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Según el contrato de compraventa, fechado el 16 de julio de 1596, “el comerciante de esclavos Diego López de Lisboa, vecino de la ciudad de Córdoba, vende por 800 pesos un esclavo de raza japonesa, cuyo nombre es Francisco Xapón, de 21 años de edad, al sacerdote Miguel Jerónimo de Porras”. Según el contrato, Xapón era “un trofeo de guerra”, y las condiciones de venta aclaraban que si bien carecía de “garantía” tampoco tenía “impuesto personal”, condiciones aceptadas por el comprador, conforme con el precio. Xapón inició un juicio por su libertad, que ganó en 1598, por lo que luego habría sido liberado. El hecho es mencionado en “El tráfico de esclavos en Córdoba l588‐l610”, de Carlos Assadourian, publicado por la Universidad de Córdoba en 1965.