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Masashi Nakandakari, natural de Okinawa Ken, firmó el 6 de agosto de 1914 con la Compañía de Emigración Toyo Imin Goshigaisha un contrato para trabajar en la Hacienda Tambo Real, ubicada en la provincia de Santa, de Ancash, Perú.
Las condiciones de su contrato establecían que la duración sería de un año. Durante ese tiempo trabajaría menos de 10 horas en una hacienda de caña o menos de 12 horas en los ingenios azucareros. Descansaría, además de los domingos, en cuatro días feriados del Perú y el Tenchosetsu.
Por su trabajo recibiría un sol y 20 centavos, aproximadamente un yen y 20 centavos japoneses por día o por una tarea determinada. La compañía descontaría de este salario 20 centavos por día como garantía.